domingo, 12 de junio de 2011

El reflejo de la nada

Entre las calles tu imagen se desaparece en un brillo apagado, nunca fuiste más que un espejismo de deseos truncos y vacíos. Los anhelos de los hombres son monedas de cobre que bailan en tu bolsillo esperando ser gastadas en un día de compras que nunca sucederá. Señora de ensueños que ríes socarronamente de tu propia miseria. Que espejo mostrara tu verdadero reflejo para que puedas llorar ante la verdad.

Sonrisas veloces vuelan rápidamente de tus labios, esa es tu naturaleza, el simple facilismo de los miedos. Jamás peque de cobardía y jamás lo hare, porque al final del pasillo no soy yo quien llora y tu quien ríe. En el sin fin del tiempo jamás tendré de que arrepentirme y sé que tú nunca podrás tener la misma suerte, pues tu corazón no late y tu alma se marchita en los días de las apariencias que nada valen. ¿Quién ríe en verdad?