miércoles, 25 de mayo de 2011

Porqué

Otro día abriendo los ojos preguntando cual es el motivo de despertarme, una enorme melancolía me consume segundo a segundo y no logro comprender el porqué de mi tristeza. Quizás será la normalidad de mi vida que amenaza en convertirme en otro ciervo que agacha la cabeza temerosa de un castigo más allá del dolor físico o quizás el simple hecho de que no soy más que otro cobarde que por miedo de prefiere ocultarse en un sin fin de excusas temeroso de que lo vean cuando su sueño más grande es que alguien sepa que existe.

Anhelo castigarme, cortar mi piel y drenar mi sangre para aliviar la pena, pero soy tan cobarde que me aferro a esto que llamo vida por más miserable que sea. No me atrevo a irme y mucho menos a golpear esa puerta que esconde las respuestas que tanto miedo me da escuchar.

Soy Pericles el cobarde, ni más merezco ni menos espero, pero esperar de quien si al fin y al cabo nadie sabe que existo y todo vuelve al principio, a la misma pregunta que me aqueja. Todo gira alrededor de porqué.

domingo, 22 de mayo de 2011

Tirano

Otro eterno momento más solo sirve para recordarme el por qué antes era feliz, no nací para el bienestar y mucho menos para la comprensión. Mi realidad duerme en el exilio, alejado de toda vida y sumido en mi caos de alborotadas ideas.

Día, tardes y noches no despiertan en mí esas emociones que descansan en los corazones de aquellos que son, pues no soy ni nunca fui. Un suspiro del invierno mueve hojas y mi aliento cansado de tabaco inmaculado no alcanza ni para empañar esa ventana que mira hacia el interior de mí ser de máscaras de teatro.

Aleteando en las sombras de ilusiones de antaño esa fiera asecha, cautelosa, el momento para atacar, devorando así todo aquello que una vez se conoció como alegría y transformándolo en el derroche de los dioses.

Pericles me han llamado mis padres y de mi nombre no reniego. Odio a los dioses por en quien me transformaron, Zeus que con tu rayo maldito me condenaste juro que no descansare hasta que te quite del conocimiento de los mortales y descanses derrotado solo en mi simple recuerdo.


lunes, 16 de mayo de 2011

Pericles

Como me molesta este inconformismo absoluto que sucede a cada uno de mis pensamientos y acciones. A cada momento las sucesivas imágenes de pirámides disueltas transforman mis seguridades en contorciones desesperadas de pies que pisan humo.

Donde quedaron mis años de seguridad, esa imaginable aunque no real inmortalidad física y psíquica que pensaba eterna. Quizás sea el tiempo quien robo mi dominio juvenil. Cuál es la causa real de mi fatiga no lo sé, solo puede ver el resultado de tan asqueroso malestar y mis ojos ya me duelen de tantas lagrimas derramadas.

Esta desesperanza amenaza consumirme y quizás lo haga, pero que puedo hacer si las sombras de mis miedos más profundos ya llegaron a la sima. El momento ya paso y todo queda atrás, quizás algunos estamos condenados a vivir en la tristeza o simplemente no tenemos suerte. Dirán algunos la suerte la crea uno mismo, pero para mi suerte y determinación duermen en camas separadas.

Aquí termino mi día y quizás mañana contemple otro, pero quien sabe quizás mañana quiera seguir durmiendo y levantarme en una semana para comprobar si algo ah cambiado.